La cuarentena ha pasado factura a todos, de una forma o de otra, ya que han sido unos meses estresantes, de incertidumbre y de miedo. Durante este período de tiempo hay muchas personas que, debido a la ansiedad y el estrés, han retomado antiguas adicciones o malos hábitos, o bien ha adoptado algunos nuevos. En este artículo hablamos, en concreto, de cómo se puede controlar comer compulsivamente.
Como ya hemos comentado, en épocas de estrés o ansiedad, los atracones suelen ser comunes. Estos episodios se caracterizan por una necesidad de comer casi constantemente, aunque no se tenga hambre. Se come más de lo normal y, además, se pierde la noción de aquello que se está consumiendo, todo para acallar ese “gusanillo” o nerviosismo que sentimos por dentro.
Es posible que una persona empiece a comer compulsivamente, por ejemplo, si está en época de exámenes, si tiene problemas en el trabajo, económicos o con la pareja, o después de haber vivido una situación de limitación de libertades, afectación de algún familiar o amistad por el virus u otra enfermedad de importancia, dificultad para acceder a cualquier servicio desde informativo a sanitario como ha pasado durante y post cuarentena.
Todo puede empezar con un pequeño picoteo diario que, a medida que aumenta nuestro estrés y nuestra ansiedad, se va transformando en una conducta adictiva. Podemos sentir la necesidad de comer compulsivamente y sin ningún tipo de control o medida, lo que puede desembocar en sobrepeso o en otros problemas graves de salud como hipertensión arterial y diabetes.
Sugerencias para evitar comer compulsivamente por estrés
Para evitar estos episodios de atracón, hay algunos consejos que pueden seguirse:
- Identificar que estamos comiendo por estrés. Ser conscientes de que comemos por pura ansiedad o nervios, y no por hambre, nos hará mentalizarnos y tener cierto control sobre aquello que ingerimos y cuándo. Cuando vayamos a echar mano a ese picoteo que tenemos delante, podremos plantearnos si realmente necesitamos esa bolsa de patatas o ese helado, o sólo estamos comiendo para evitar nuestros sentimientos o para no enfrentarnos a ciertas situaciones. Podría ayudar practicar relajación.
- Es importante seguir una dieta variada y equilibrada, con desayunos ricos en proteínas y carbohidratos, y que aporte a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios. Así, si la sensación de saciedad está presente, es más difícil que entren ganas de picotear en cualquier momento. Aunque los atracones se realizan más frecuentemente cuando la persona atrapada en ellos siente que está más tranquila y sin control externo de otros que puedan limitar o censurar dicha conducta.
- La solución no está en no comer, como tratan de hacer algunas de estas personas, para compensar el exceso. Esto finalmente lleva a un bucle de continuas recaídas. Aunque tratemos de controlarlo, habrá momentos en los que necesitemos comer, por lo que es más oportuno hacerlo cinco veces al día, y podría resultar una buena práctica llevar siempre encima snacks saludables, como barritas de proteínas, alguna fruta o frutos secos, que sirvan de tentempié de media mañana y de merienda, que colaborarían para no caer en el picoteo.
- Si el trastorno se perpetúa en el tiempo y notamos que nos cuesta mucho controlarlo, es aconsejable acudir a especialistas que puedan ayudarnos a controlar estos impulsos, para que nos sea mucho más sencillo hacer frente a esos atracones innecesarios.
En definitiva, controlar comer compulsivamente puede ser algo complejo, pero que puede corregirse si se acude a un gabinete de Psicología como PLP Psicológicos, especialistas en tratamientos psicológicos relacionados con las adicciones.
No esperes más y ponte en contacto con nosotros. Llámanos y te ayudaremos.