Con el Método PLP©, te ayudamos a corregir los trastornos de sueño que te impiden tener una actividad diaria adecuada. Al enseñarte a controlar los pensamientos con nuestro sistema de trabajo, así como a eliminar la ansiedad, y el miedo a no dormir, podrás disfrutar de un descanso que te permita sentirte bien, y esto se puede lograr desde las primeras sesiones de tratamiento, dependiendo de tu historia personal.
Conoce todo sobre nuestros tratamientos para los trastornos del sueño
El sueño es una función fisiológica fundamental que permite la recuperación corporal y el descanso mental. Por tanto, su ausencia o su exceso van a provocar desequilibrios que afectarán a la calidad de vida en la persona que los padece. Estos trastornos pueden generar alteraciones en el funcionamiento cotidiano, con el consiguiente coste económico por el consumo de “pastillas para dormir” o para “mantenerse despierto”, disminución del rendimiento laboral o académico, pérdida de atención en las tareas, aumento de accidentes, además de irritabilidad y estados de ánimo más decaídos.
Los trastornos del sueño se pueden presentar como consecuencia de otros problemas psicológicos, biológicos o ambientales, aunque también van a ser la causa de trastornos anímicos. Los estados de ánimo depresivo o ansioso son factores que incrementan la posibilidad de aparición de problemas de sueño. El miedo a no dormir produce una mayor activación que finalmente lleva a la consecución de lo temido: la ausencia de sueño y el cansancio posterior. Asimismo, el consumo de sustancias excitantes va a alterar los ritmos de sueño-vigilia.
Esta falta de sueño va a provocar el aumento de la sensación de malestar en relación, a los problemas ya existentes y puede ser causa de trastornos psicológicos, en caso de que éstos no existan previamente.
Los trastornos del sueño más habituales son: insomnio, hipersomnia, bruxismo, apnea obstructiva, pesadillas, terrores nocturnos, enuresis, jet-lag, somniloquio y trastornos del sueño causados por el consumo de sustancias (alcohol, cocaína, excitantes,…).
Ayuda psicológica para el Insomnio
Con la aplicación del Método PLP©, corregimos este trastorno con rapidez y eficacia al enseñar a controlar los diferentes factores que pueden estar influyendo en el mantenimiento del insomnio, controlando, asimismo, las consecuencias negativas que produce (disminución del rendimiento, afectación del estado anímico, incremento de la ansiedad, aumento del consumo de excitantes, problemas de relación,…).
El insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por una reducción de la capacidad de dormir. Esta disminución de la cantidad de sueño siempre va a estar acompañada de cansancio al día siguiente.
La dificultad para conciliar el sueño se puede tener al inicio de la noche (insomnio de inicio), para mantener el sueño (insomnio de mantenimiento) o bien se pueden dar despertares más tempranos sin lograr dormir de nuevo (insomnio de última hora).
Se considera que existe un problema de insomnio cuando, manteniendo el horario habitual de ir a la cama, la persona tarda más de treinta minutos en dormirse al menos durante un mes, con una frecuencia de tres o más veces por semana, observándose un deterioro en el funcionamiento social, laboral, escolar, …, del sujeto.
El consumo de bebidas que contienen cafeína va a provocar un incremento del tiempo de inicio del sueño y una disminución del tiempo total de sueño. En el caso del alcohol, a pesar de ser un depresor del sistema nervioso y, por ello, favorecedor del sueño, cuando se ingiere en cantidad de forma continuada va a provocar una alteración en la organización del sueño. Al interrumpir de forma brusca el consumo de psicofármacos es frecuente que el sueño se vea igualmente afectado, por lo que se recomienda abandonar cualquier tratamiento de psicofármacos siempre bajo la supervisión de un especialista. De este modo, se le darán las instrucciones para ir disminuyendo progresivamente la ingesta del fármaco, haciendo que no se note la abstinencia de la sustancia química.
El insomnio puede estar provocado por una excesiva activación psicofisiológica (insomnio psicofisiológico) en el que el sujeto está excesivamente preocupado por el problema del insomnio, haciendo esfuerzos por dormirse, lo que le aumentará la activación y la sensación de nerviosismo. En ocasiones, se pueden dar quejas sobre la deficiencia del sueño que no se corresponden con la realidad, de tal modo que el sujeto duerme pero tiene una percepción inadecuada y considera que ha pasado más tiempo despierto. En este caso se denomina insomnio subjetivo o experiencial.
Te damos algunas pautas para su mejora, pero recuerda que si se trata de un problema mantenido, lo mejor será contar con apoyo psicológico para su solución:
– Haz relajación.
– Para pensamientos que te puedan activar.
– Intenta visualizar situaciones relajantes (paisajes) mientras respiras abdominalmente.
– No hagas siesta, ya que si descansas a mitad del día va a hacer que no sientas tanto cansacio por la noche. La siesta es muy saludable, pero puede mantener el trastorno del sueño, por lo que resultará adecuado eliminarla hasta que se regule el sueño.
– Seguir las reglas de higiene del sueño:
- Ir a la cama sólo cuando sientas sueño. Realiza alguna actividad aburrida antes de dormir, de modo que facilite el sueño. Si lees un libro interesante o ves un programa que te gusta, te mantendrá más tiempo alerta.
- Evita leer o ver la TV en la cama, se ha de asociar el dormitorio con el descanso.
- Procura que la habitación no esté próxima a sitios ruidosos, o utiliza medios para aislarte de los ruidos.
- Intenta levantarte a la misma hora todos los días, para regularizar el ritmo de sueño. Si un día te acuestas muy tarde y te levantas también tarde, esa noche no sentirás cansancio, por lo que te costará trabajo conciliar el sueño y comenzarás a modificar tu hora de inicio de sueño.
- Haz ejercicio físico de forma regular. El ejercicio realizado por la tarde favorecerá el sueño, mientras que si éste se hace un rato antes de dormir podría provocar mayor activación.
- Evita consumir alcohol al menos dos horas antes de ir a dormir, ya que el sueño después de su consumo es de mala calidad y se producirán frecuentes despertares.
- Evitar el consumo de cafeína (café, té, bebidas con cola, …) al menos seis horas antes de ir a dormir.
- Ir fumando menos varias horas antes de ir a la cama, ya que la nicotina es un estimulante. Lo mejor es hacer nuestra hipnosis del Método PLP© para dejar de fumar.
- El dormitorio ha de favorecer el sueño, la temperatura ha de ser agradable, los colores cálidos y conviene que la habitación sea oscura.
- Para facilitar un sueño reparador evita ir a la cama con hambre, o hacer cenas fuertes cercanas a la hora de dormir. En caso de despertarte por la noche, no es adecuado comer, ya que te podrías acostumbrar a despertarte cada vez que sientas la sensación de hambre e incrementarías tu peso.
- Evita la ingesta de chocolate o grandes cantidades de azúcar, y el exceso de líquidos. En caso de problemas de retención de la orina, evita beber desde unas horas antes de ir a dormir.
- El colchón utilizado no ha de ser excesivamente duro.
- Duerme lo necesario, no en exceso, puesto que permanecer excesivo tiempo en la cama va a provocar un sueño fragmentado y poco profundo.
- No hagas esfuerzos por dormirte, si te obsesionas con el tiempo de sueño que te queda te activarás más. Puedes hacer una relajación, simplemente con permanecer en la cama tranquilo/a, tu cuerpo está descansando. Si lo prefieres puedes levantarte y hacer alguna actividad aburrida, y cuando sientas cansancio te vuelves a acostar.
- Los alimentos ricos en calcio, cinc, magnesio y triptófano tienen propiedades sedantes, por lo que se recomienda en la cena hacer uso de ellos, especialmente de los productos lácteos. Acostúmbrate a tomar un vaso de leche caliente antes de ir a dormir es un hábito muy sencillo y eficaz.
Además, con el Método PLP© trabajamos con técnicas de control del pensamiento, relajación, hipnosis, etc., de modo que recuperarás la capacidad para descansar bien y, con ello, el control de otros trastornos colaterales mejorando tu calidad de vida, ya que el descanso es un factor clave para sentirnos bien.
Tratamiento para la Hipersomnia primaria.
La hipersomnia es un trastorno caracterizado por una excesiva somnolencia diurna que no está causada por falta de sueño nocturno. Esta somnolencia es más intensa durante la realización de tareas monótonas o aburridas. A pesar de tener ataques de sueño durante el día, el sueño nocturno es muy profundo y no existen problemas para conciliarlo. Sin embargo, las dificultades se presentan a la hora de despertarse. Este trastorno va a estar acompañado de dolores de cabeza y, a veces, por alteraciones sexuales en relación a la apetencia sexual.
En ocasiones se puede producir una necesidad excesiva de sueño por el consumo de drogas que van a generar una fuerte activación previa, con el “efecto rebote” posterior, en el que se incrementa la necesidad de descanso. En este caso no se consideraría hipersomnia primaria.
Estrategias para la mejora de la hipersomnia
Práctica de la relajación.
Dormir una siesta de treinta minutos, en caso de ser muy fuertes los ataques de sueño se podrían intercalar periodos cortos de descanso con la actividad que se desarrolle.
Se ha de tener en cuenta que es más fácil que surjan esos ataques de sueño si la tarea es monótona, por lo que, si es posible, se podrían alternar diferentes tipos de actividad que contribuyan a mantener la alerta.
Atender a posibles problemas colaterales como pueden ser trastornos psicológicos, problemas endocrinos y metabólicos, estados de déficit alimentario, ciclos sueño-vigilia forzados o alergias.
Tratamiento psicológico para la Apnea obstructiva del sueño.
El síndrome de apnea es denominado también síndrome de Ondina, siendo éste el nombre de un personaje mitológico. Según esta leyenda, una bella sirena llamada Ondina se enamoró de un príncipe que no correspondía a su amor, por lo que la sirena lo castigó a respirar siempre de forma voluntaria. De este modo, en el momento en que el príncipe se durmiera moriría al no ser consciente de su respiración.
Las personas que padecen este trastorno presentan: múltiples paradas respiratorias durante el sueño asociadas a ronquidos, y una somnolencia excesiva durante el día. Se producen intervalos de al menos diez segundos en los que no existe intercambio de aire a través de las vías aéreas superiores.
La prevalencia del trastorno aumenta con la edad, siendo más común entre los hombres, apareciendo en las mujeres principalmente tras la menopausia.
Como consecuencia de la apnea se va a producir un déficit en la memoria y en el aprendizaje verbal, así como elevados niveles de ansiedad y cambios en el estado de ánimo.
En este trastorno van a ser frecuentes los despertares nocturnos, aunque la mayoría de las veces no se tiene conciencia de la cantidad de despertares que se producen en la noche.
Los ronquidos se van a dar con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, así como en personas más mayores y con problemas de sobrepeso. El ronquido se produce por una vibración del tejido blando de la vía aérea superior. La apnea se describe como periodos de silencio que acompañan al ronquido. Se suele dar una actividad motora bastante elevada durante el sueño y es habitual que la persona presente dolores de cabeza matutinos.
Estrategias para su mejora.
– Pérdida de peso. Las personas con apnea del sueño severa normalmente presenta problemas de sobrepeso y la infiltración de grasa del cuello limitará el reflejo normal de la mandíbula inferior y de la lengua, produciendo una disminución del espacio faríngeo. La reducción de peso puede mejorar la respiración durante el sueño, así como producir un alivio de los síntomas diurnos más comunes, como la somnolencia diurna, las cefaleas, el estado emocional negativo, etc.
– Reducción de la ingesta de alcohol y drogas. Cuando el alcohol se consume antes de dormir incrementa tanto la frecuencia como la duración de las apneas. El consumo de tabaco provocaría irritación en las vías aéreas superiores y alteraciones en los niveles de saturación de oxígeno. Recomendamos la hipnosis del Método PLP© para dejar de fumar.
– Cambios en la postura del cuerpo durante el sueño. Se van a dar mejoras en las apneas evitando dormir de espaldas, siendo la postura lateral la más recomendable.
Existen tratamientos farmacológicos aplicables a este trastorno, aunque el más utilizado es la Presión Nasal Positiva Continua (CPAP). Este aparato consiste en un compresor que inyecta aire a más presión de la ambiental permitiendo que la vía superior se mantenga abierta durante el sueño. El Auto-CPAP o CPAP inteligente que suministraría la presión de aire en el momento de aparición de la apnea. También se ha utilizado la cirugía para corregir este trastorno en caso de existir problemas físicos. Otro método de tratamiento sería a través de aplicadores orales, siendo éstos de dos tipos: un primer tipo se basa en modificar la posición de la mandíbula hacia una posición más anterior y un segundo tipo retiene la lengua y la lleva a una posición también más anterior. Mediante instrucciones bajo hipnosis también se podría corregir este trastorno.
>> Trastornos del sueño causados por consumo de drogas.
Para considerar que el trastorno del sueño está causado por el consumo de drogas, este consumo debe darse antes del inicio de los problemas de sueño y la alteración del sueño debe coincidir con un episodio de intoxicación o de abstinencia de la droga.
• En función del tipo de droga pueden aparecer diferentes tipos de trastornos:
a) Alcohol. Los efectos del alcohol sobre el sueño dependen de la cantidad consumida y de la cronicidad de su ingesta. Normalmente, se presenta un insomnio con una disminución de la cantidad de sueño lento profundo y sueño MOR o REM, además de un aumento del número de despertares durante la noche.
b) Estimulantes. Su consumo continuado va acompañado de un incremento del tiempo para iniciar el sueño (latencia de sueño) y de una disminución total de sueño y de la fase MOR. Cuando no se consume la sustancia se produce hipersomnia o aumento del sueño durante el día.
c) Cafeína. Lleva a incrementar el tiempo necesario para quedarse dormido y reduce las fases III y IV del sueño.
d) Cocaína. Disminuye el tiempo total de sueño, provocando somnolencia durante los periodos de abstinencia. Una vez superada la fase de intoxicación se puede ver incrementado considerablemente el tiempo de sueño.
Todas estas adicciones, en caso de no ser controladas por el sujeto, han de recibir un tratamiento psicológico específico para eliminar la apetencia de la sustancia tóxica. Con el Método PLP© se corrige la apetencia y adicción por las sustancias señaladas, a razón de una a dos sesiones de tratamiento para cada tipo de alcohol, y de una a tres para cada tipo de droga.
Tratamiento para la Narcolepsia.
La narcolepsia se caracteriza por tendencias de sueño anormales. En este trastorno se presenta la llamada “tétrada narcoléptica” en la que aparecen ataques de sueño irresistibles durante el día (a diario al menos durante tres meses), cortos periodos de pérdida repentina del tono muscular asociados, la mayoría de las veces, con la vivencia de emociones intensas como la risa o el llanto (cataplexia), incapacidad para moverse voluntariamente (parálisis del sueño) y alucinaciones hipnagógicas que serían experiencias semejantes a los sueños que se producen en el momento de iniciarse el sueño o al despertarse y podrían estar acompañadas de la sensación de miedo.
En la mayor parte de los casos los ataques de sueño son cortos y se presentan en situaciones de rutina, como ver la TV, leer, ir en autobús, etc., aunque también pueden ocurrir mientras la persona realiza una actividad como hablar, conducir o caminar. La duración de estos periodos oscila entre 10-15 minutos. La pérdida del tono muscular tiene una duración aproximada de dos minutos, estando en este tiempo el sujeto consciente.
Generalmente, la narcolepsia tiene su origen en la adolescencia, apareciendo en primer lugar los ataques de sueño y el resto de los síntomas algunos años más tarde. Entre las alteraciones secundarias más frecuentes en la adolescencia destacan los problemas escolares, accidentes y alteraciones de las relaciones interpersonales debido a la reducción de la capacidad de concentración.
la narcolepsia se caracteriza por una alteración del sueño paradójico (MOR o REM), iniciándose los periodos de sueño con esta fase e incrementándose el número de despertares durante la noche.
Estrategias para su mejora.
El tratamiento farmacológico es la principal estrategia para controlar este síndrome, aunque conviene seguir una serie de pautas en relación a la organización del ritmo sueño-vigilia. Estas indicaciones son:
– Realizar siestas de corta duración, aproximadamente de veinte minutos, programadas a lo largo del día.
– Seguir las normas de higiene del sueño.
– Evitar situaciones susceptibles que puedan desencadenar la cataplexia, ya que aquellas situaciones que provoquen emociones fuertes van a facilitar la aparición del trastorno.
En PLP Psicólogos® enseñamos estrategias de control emocional para prevenir estos episodios de sueño.
Solución para el Sonambulismo.
Es un trastorno que generalmente ocurre en el primer tercio de la noche durante las fases III y IV del sueño de ondas lentas. Consiste en episodios repetidos de levantarse de la cama durante el sueño para deambular. Durante este tiempo no se responde a los intentos de los demás para interrumpir la deambulación o comunicarse con el sujeto y sólo se puede despertar con dificultad. A la mañana siguiente no se recuerda este episodio. Suelen durar diez minutos durante los cuales el sujeto con los ojos abiertos puede caminar por la propia habitación, vestirse, comer, hablar por teléfono, etc.
Podría tener una base hereditaria, ya que se presenta con mayor frecuencia en niños de padres sonámbulos. Determinados factores como el consumo de alcohol, la privación de sueño, y algunos fármacos pueden facilitar la aparición del trastorno. El estrés y la tensión emocional aumentan la frecuencia del sonambulismo.
Estrategias para su mejora.
En este trastorno se ha de atender fundamentalmente a la adopción de ciertas medidas preventivas que van a garantizar la seguridad de la persona sonámbula. Estas medidas son:
– Evitar la existencia de objetos potencialmente peligrosos en la habitación (estufas, instrumentos cortantes, etc.)
– Evitar que la cama sea excesivamente alta o que duerma en literas.
– Cerrar las ventanas y las puertas de salida a la calle con llave.
Puesto que una de las causas que van a favorecer la aparición del sonambulismo es el estrés y la tensión emocional, se recomienda la práctica de la relajación y la hipnosis. En PLP Psicólogos® hemos corregido estos episodios con suma facilidad.
Tratamiento de las Pesadillas.
Con el Método PLP ©, tratamos de modo global todos los factores que inciden en la aparición y mantenimiento de las pesadillas, eliminando la depresión y la ansiedad generalmente tras la sesión de tratamiento para cada uno de esos problemas, así como el miedo al propio contenido de los sueños, que se elimina en segundos a minutos, con lo que las pesadillas desaparecen en pocos días tras recibir nuestro tratamiento psicológico.
Las pesadillas son sueños de contenido terrorífico que ocurren durante el sueño MOR (REM). El despertar tras la pesadilla es completo, teniendo el sujeto un recuerdo detallado de los sueños amenazantes que suelen tener relación con la seguridad, supervivencia o autoestima. Son más frecuentes en la infancia, especialmente entre los tres y seis años. Al despertar hay un contacto normal con la realidad y se narra la sensación de haber soñado con una amenaza inmediata. La ansiedad tiende a desaparecer rápidamente una vez despierto el sujeto. Uno de los síntomas más destacables es la ansiedad, siendo más común ante la vivencia de situaciones de estrés y episodios traumáticos. En adultos, es frecuente que aparezcan pesadillas cuando se padece depresión.
En PLP Psicólogos® conseguimos la eliminación de las pesadillas con rapidez, manteniendo las mejoras en la calidad del descanso al corregir todos los factores que están implicados en su aparición. Llámanos y te ayudaremos.
>> Terrores nocturnos.
Los terrores nocturnos son ensoñaciones terroríficas que suelen producirse en el primer tercio de la noche. Se caracteriza por despertares bruscos recurrentes con episodios de ansiedad y temor intensos. Es habitual que el sujeto se despierte llorando y gritando, con sudoración, taquicardia, dilatación de las pupilas, enrojecimiento de la piel y aumento del tono muscular. En el episodio de terror nocturno, la persona se suele sentar en la cama sin responder a estímulos externos. Cuando se despierta, generalmente no recuerda lo ocurrido ni el contenido del sueño.
Suele aparecer entre los 4 y los 12 años, desapareciendo espontáneamente en la adolescencia. Es más frecuente en mujeres que en hombres. La tensión emocional y la fatiga parecen incrementar la posibilidad de aparición de los terrores nocturnos. En la infancia, su inicio suele estar asociado a hechos traumáticos recientes (hospitalización, ausencia de la madre, conflicto entre los padres, muerte de un miembro de la familia, etc.).
Estrategias para su mejora.
– Se han de mantener patrones regulares de acostarse y levantarse, permitiendo que se duerma lo suficiente.
– Práctica de la relajación para eliminar la ansiedad que pueda provocar las situaciones de estrés.
– En caso de presentar su hijo este problema, en ese momento conviene abrazar al niño y tranquilizarlo hasta que se calme y vuelva a conciliar el sueño.
En PLP Psicólogos® conseguimos la eliminación de los terrores nocturnos al corregir con rapidez los factores mantenedores de los mismos. Llámanos y te ayudaremos.
>> Jet-lag
El jet-lag es un trastorno que aparece normalmente al viajar en avión atravesando diferentes zonas horarias, por lo que surge un problema de adaptación del ritmo circadiano. Cuando se viaja en avión se pueden dar cambios externos muy rápidos en relación a la hora local, alteraciones en las condiciones climáticas cuando se cruzan latitudes e, incluso, cambios en la estación cuando se atraviesa el ecuador. Estas variaciones conllevan una disparidad entre la “hora corporal” interna de la persona y la hora externa del ambiente. El sujeto que realiza un viaje aéreo de larga distancia se encuentra de modo bastante repentino en una “zona horaria” en completo desajuste con sus procesos biológicos (sueño, hambre, …).
El principal problema asociado a este trastorno es que el sujeto no consigue dormir cuando quiere, debido a que el sueño se produce en momentos inadecuados y hay periodos de vigilia cuando se debería dormir. Por este motivo, se presentan quejas de cansancio, somnolencia a horas inapropiadas, alteraciones gastrointestinales, cefaleas, malestar general, dificultades para conciliar el sueño, despertares durante la noche y a primera hora de la mañana, alteraciones del apetito, etc.
La gravedad y duración de los síntomas va a estar en función del número de franjas horarias atravesadas, la dirección Este u Oeste del vuelo, el horario de salida y de llegada, la ritmicidad biológica circadiana y las diferencias individuales para adaptarse a los cambio de horario. La duración de los síntomas puede durar entre 4 y 5 días.
Cuando se vuela en dirección Este, los días se acortan y el reloj debe ajustarse hacia delante una hora o más, dependiendo del número de “zonas horarias” atravesadas. Por el contrario, tras vuelos en dirección Oeste el reloj debe ajustarse hacia atrás, ya que el día se amplia. Los vuelos hacia el Este se asocian con un “cambio de avance”, mientras que hacia el Oeste tiene lugar un “cambio de retraso”. En cualquier caso, se observaran alteraciones siempre que los cambios de horario superen lo 90 minutos, ya que si es menor se produciría un ajuste normal al nuevo horario.
Estrategias para su mejora.
Las recomendaciones para aliviar los efectos de este trastorno son a tres niveles:
a) Cambios en el ciclo sueño-vigilia acordes con la zona horaria de destino.
Si la estancia es relativamente corta y no se atraviesa un gran número de zonas horarias, se recomienda que se intente dormir siguiendo el horario habitual.
Si la estancia es más prolongada, se recomienda al sujeto que trate de ajustarse a la nueva zona horaria manipulando los horarios en relación al ciclo sueño-vigilia. Si el viaje es del Este al Oeste, convendría comenzar a levantarse y acostarse más tarde progresivamente desde unos días antes del vuelo; si el trayecto es en dirección Oeste-Este, se adelantaría la hora de levantarse y acostarse los cuatro o cinco días previos al viaje, levantándose aún más temprano dos días antes del viaje y el día anterior a la partida. De este modo se minimizaría cualquier síntoma de adaptación de sueño a la llegada al destino.
Al subir al avión conviene poner el reloj en hora de acuerdo al horario de destino con el objetivo de ajustar las rutinas diarias a la nueva hora.
b) Ajuste del horario de comidas al del destino.
Se recomienda alternar comidas ligeras y pesadas en los días previos al vuelo, combinar un desayuno alto en proteínas y una comida principal baja en proteínas y alta en hidratos de carbono, etc. Conviene comer en momentos regulares al llegar al lugar de destino.
c) Realizar ejercicio y actividades sociales al llegar al nuevo ambiente.
Tratamiento del Bruxismo
Este trastorno del sueño se caracteriza por una actividad rítmica de los músculos de la masticación que provocan una serie de contracciones forzadas de los maxilares superior e inferior y una fricción de las superficies dentales, dando lugar a un molesto ruido al rechinar los dientes. En los casos más severos se puede producir un desgaste y deterioro de los dientes. Normalmente, la persona no es consciente de este problema, siendo detectado por quien esté junto a esta persona. Es frecuente que el sujeto se levante con dolores en los dientes, encías y músculos que intervienen en la masticación. A nivel fisiológico, el bruxismo va acompañado de una discreta taquicardia o aceleración del ritmo cardiaco.
Suele aparecer en la fase II del sueño y en la transición entre las diferentes fases. Cuando se presenta este trastorno son habituales las quejas de dolor de cabeza y somnolencia durante el día.
Estrategias para su mejora.
Práctica de la relajación va a ayudar a eliminar posibles trastornos de ansiedad que puedan estar en la base del bruxismo.
Hacer ejercicios de bostezo durante el día y, especialmente, antes de dormir, de este modo se consigue eliminar la tensión acumulada en la mandíbula que va a llevar al rechinar de dientes.
Practicar autohipnosis.
En PLP Psicólogos® conseguimos la corrección del bruxismo a partir de la eliminación de la ansiedad, el estrés y los conflictos, contradicciones y miedos que generan esa contracción maxilar. También enseñamos autohipnosis en cursos que impartimos durante todo el año. Llámanos y te lo corregiremos en poco tiempo.
>> Enuresis nocturna
La enuresis nocturna consiste en la incontinencia involuntaria de la orina durante el sueño, presentándose a una edad en la que normalmente se alcanza su control. Un episodio de enuresis puede aparecer, después de un tiempo de control, por situaciones de tensión.
Se presenta con frecuencia en niños y adolescentes cuyos padres también sufrieron este trastorno y, en algunos casos, puede ser un motivo que favorezca el mantenimiento del problema. Asimismo, la enuresis puede darse por unos malos hábitos alimenticios que incidan en tomar mucho líquido a partir de la última hora de la tarde, unidos a una falta de aprendizaje del control de esfínteres durante el sueño. El miedo a que este episodio se produzca puede generar un nerviosismo que conduzca a la incontinencia urinaria.
Estrategias para su mejora.
Evitar el consumo de líquidos desde unas horas antes de ir a la cama.
Entrenamiento en aguantar la micción para aumentar la capacidad de la vejiga, acostumbrándolos a tener la sensación de necesidad de ir al baño. Esta medida no ha de ser en ningún caso extrema, ya que es importante la eliminación de líquidos para el buen funcionamiento del cuerpo.
Práctica de la relajación para eliminar la tensión que pueda ser la causa del episodio de enuresis.
Utilizar el método del “pipi-stop” que consiste en un pequeño aparato que se coloca bajo las sábanas y que va a ser sensible a las primeras gotas de humedad, disparando en ese momento una alarma que va a despertar al sujeto y, por tanto, le lleve a interrumpir la micción.
La hipnosis clínica es una técnica útil y complementaria que en PLP Psicólogos® aplicamos para la solución de este trastorno.
En PLP Psicólogos® abordamos de forma integral todos los factores que pueden influir en el mantenimiento de este problema, dotando de estrategias que ayudan a controlar y eliminar el trastorno de enuresis. Desde una aproximación cognitiva-fisiológica-conductual, aplicamos diferentes técnicas que conducen a la solución del problema en períodos de tiempo breves.